sábado, 9 de julio de 2011

En un mes.

Solo un mes para que llegue el 9 de Agosto, solo un mes para una despedida, solo un mes para el estrés; solo un mes para coger un avión dirección Nueva York, solo un mes para conocer mi nueva familia, solo un mes para vivir lo inolvidalbe, solo un mes para terminar de mentalizarme, solo un mes para aprender en inglés, solo un mes para empezar a vivir lo que será una agradable experiencia, solo un mes para hacer nuevos amigos, solo un mes aunque me resulte difícil de creer.
"EL TIEMPO VUELA"


Cada vez queda menos, cada día que pasa me acerca más a mi nueva experiencia, a veces no se exactamente que siento, si miedo, si deseo, si inquietud, ansiedad, nerviosismo, es un cúmulo de sentimientos que están continuamente al acecho.
Quizás sienta miedo por todo aquello negativo que pueda surgir, que me provoque tristeza, sensación de soledad, o como se dice en Galicia, "morriña".
A la vez, estoy deseosa, porque seguro que será una estupenda experiencia; que poca gente, a mi edad, puede disfrutar y experimentar.
Estoy nerviosa, inquieta, a la vez que siento muchas cosas más que son difíciles de expresar.

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martes, 5 de julio de 2011

Mi situación

Cada vez queda menos para el día de mi partida hacia una nueva etapa de mi vida; día sí, y día también me planteo las infinitas situaciones con las que me voy a encontrar en los próximos diez meses.
Ahora no contaré con el apoyo de mis padres, ni el de todos esos amigos con los que tienes tantísima confianza. De ahora en adelante seré yo, y nadie más que yo la que tendrá que solucionar todos aquellos problemas que puedan surgir.

lunes, 4 de julio de 2011

Yo.

Yo, Uxía Fernández Bustillo, antigua alumna de Colegio Guillelme Brown, de Ourense, pasaré diez meses en los Estados Unidos de América.
La familia anfitriona vive en Coppell, una pequeña comunidad muy cercana a Dallas, en el estado norteamericano de Texas. Son un matrimonio con tres hijos, dos de los cuales están fuera de casa, en la universidad; únicamente está diariamente en casa la hija menor, de catorce años, ella será con la que conviviré durante mi estancia en América.
Lo cierto es que no estoy demasiado ilusionada, me resulta difícil pensar que no veré en diez meses a un grupo de amigos con los que llevo desde los tres años. Supongo que dejar a la familia también será difícil, y todavía más cuando eres la mayor de cinco hermanos, como es mi caso.
Imagino que mis últimos días aquí serán de continuas despedidas, llantos, emoción, nerviosismo,... y otras muchas sensaciones muy dispares.